
"- ¿Y por qué dices que yo no conozco el Amor?- preguntó el Sol.- Porque el amor no es estar parado como el desierto, ni recorrer el mundo como el viento, ni verlo todo de lejos, como tú. El Amor es la fuerza que transforma y mejora el Alma del Mundo. Cuando penetré en ella por primera vez, la encontré perfecta. Pero después vi que era un reflejo de todas las criaturas, y tenía sus guerras y sus pasiones. Somos nosotros quienes alimentamos el Alma del Mundo, y la tierra donde vivimos será mejor o peor según seamos mejores o peores. Ahí es donde entra la fuerza del Amor, porque cuando amamos, siempre deseamos ser mejores de lo que somos."
La causa de mi ausencia este mes -y ya os avanzo que el siguiente más y peor- es los exámenes finales. Diez exámenes finales en un mes, ni más ni menos. Para concentrarme y evitar ponerme a leer, actualizar el blog o un sinfín de cosas mucho más entretenidas que empezar con la que será una etapa infernal del año me voy a estudiar al despacho de mi padre. Siempre he odiado las bibliotecas a la hora de estudiar, el silencio -o mejor dicho esos pequeños ruiditos que se vuelven tan molestos en esa quietud sepulcral- me asfixia. Yo soy más de leer en voz alta dando paseos y sin parar de mover el culo. Así, me encontraba preguntándome el tema diecisiete de Derecho Procesal cuando mi vista se fijó en un libro a lo alto de la estantería. En seguida reconocí la famosa novela de Paulo Coelho. Hacía mucho tiempo que quería provar con el autor así que interrumpí mi conversación con mi alter ego sobre el sistema de recursos y substraje el libro lleno de polvo como si fuera una reliquia. Hoy os traigo El Alquimista, de Paulo Coelho.
Antes de empezar con el libro, muy prudente yo, visité las redes sociales de lectura que frecuento buscando opiniones y las encontré de lo más distantes. Hay gente que califica este libro de autoayuda y aburrido y mucha otra que ve en él un imprescindible con una moraleja que nos cambiará a todos. Mi posición, eludiendo los extremismos no dista tanto de la segunda posición como de la primera.
Conocemos a Santiago, un muchacho andaluz y pastor de un rebaño de cabras, que se detiene en un pueblo llamado Tarifa. Las noches pasadas se le ha repetido un sueño en el que un niño lo llevaba a las pirámides de Egipto y o guía hacia un tesoro que lo espera allí. Convencido por una gitana, adivina e interpretadora de sueños, y Melquisedec, un enigmático rey, nuestro protagonista decide vender el rebaño de cabras y despedirse de su vida rutinaria, feliz y segura para emprender una odisea hacia las pirámides de Egipto y su tesoro oculto.
Esta historia es imposible que no sorprenda. Narrada a modo de cuento y en tercera persona versa sobre todo lo que el joven Santiago va aprendiendo a lo largo de esta aventura. Todos los personajes con los que se cruza le aportan algo y muchos, antes de desaparecer de su vida para siempre, le cuentan una historia dotada de sabia moraleja antes de despedirse. A través de sus cortos capítulos el autor va desarrollando una filosofía de vida por la cual toda persona al nacer tiene un sueño que a la vez es su misión en la vida, su Leyenda Personal. La mayoría de la gente renuncia a su Leyenda Personal aplicando el sentido común en la etapa de la madurez o por los lazos. Hasta hay gente que prefiere seguir soñando antes que hacer realidad dicho sueño para evitar decepciones o, simplemente, un vacío interior. Pero también hay quienes deciden seguirlo a toda costa y no viven felices hasta conseguirlo.
Si decidís leer El Alquimista debéis ser conscientes de que no estais ante una novela convencional pues si fuera así os parecerán escasamente racionales los diálogos (¿Cómo un muchacho puede mantener diálogos de tal nivel filosófico? ¿Por qué todo se desarrolla de un modo tan espontáneo?¿Por qué?). Paulo Coelho nos relata un cuento cuya finalidad es hacernos reflexionar, no entretenernos con una historia de ficción.
El ritmo es el propio de un cuento, se centra en las cuestiones que interesan al autor eludiendo descripciones, detalles y nimiedades que pueden distraer la atención del lector. Los personajes secundarios se podrían dividir en dos: los divinos y enigmáticos (Melquisedec y el Alquimista) y los humanos, que aportan sabiduría y vida a nuestro protagonista (el Mercader, Fátima, etc.). Santiago se nos aparece siempre como un muchacho que siempre está dispuesto a aprender.
Si os ha gustado lo que habéis leído en esta reseña el libro, sin duda, no os decepcionará. A mí me ha gustado mucho y aunque muchos internautas dicen que no es lo mejor de Coelho, yo no dudaré en recomendarlo a todos los que me pidan consejo a la hora de elegir un buen libro de filosofía. Me gustaría resaltar también el final, que es de estos que dejan contento al lector.
Coelho escribió El Alquimista en sólo dos semanas en 1987. Explicó que pudo escribir a este ritmo porque la historia ya estaba escrita en su alma. Fue publicado por primera vez por una editorial brasileña dedicada a libros de magia negra y artes ocultas. Pese a que tuvo ventas considerables, el editor del libro le dijo a Coelho que nunca iba a vender bien y que podría hacer más dinero en la Bolsa". Para recuperarse de este desengaño, Coelho abandonó Río de Janeiro con su esposa y pasó cuarenta días en el desierto de Mojave. A su regreso, decidió que seguiría luchando. Estaba tan convencido de que era un libro grandioso que comenzó a golpear puertas. Según The New York Times, El Alquimista fue traducido a 67 idiomas diferentes. Esto convirtió a Coelho en el escritor vivo cuyas obras han sido más traducidas, según el Libro Guinness de los Récords de 2009. (Fuente: Wikipedia)
No puedo acabar la reseña sin resaltar una cosa que me apenó. Al acabar con el libro me saltaron las alarmas, me sonaba de forma sospechosa el final. Resulta que este libro se parece con demasía al cuento de El tesoro enterrado, del libro Déjame que te cuente..., de Jorge Bucay. He revisado los años de edición de los dos: el de Paulho se publicó en 1988 y el de Bucay en 1999 por lo que este último ha copiado claramente el final de El Alquimista para uno de sus más famosos libros. Dicho esto, que cada uno juzgue por si mismo.
En conclusión, en El Alquimista encontraréis un cuento cuyas 170 páginas (sexta edición Planeta) están cargadas de reflexiones aplicables a nuestra vida. Con los ojos puestos en el tesoro final aprenderemos junto a Santiago una filosofía de vida que defiende el perseguir nuestros sueños y no creer en destinos escritos e inmutables. Una vez leída no os podréis sacar el cuento de la cabeza nunca más.
Título: El alquimista. Autor/a: Paulo Coelho. Título original: O Alquimista.
Editorial: Planeta. Nº páginas: 172. Precio: 16€