
"Richard Parker se paralizaba cada vez que lanzaba un cohete de mano. Clavaba la mirada en la luz, las pupilas como dos agujeritos. Mis ojos no podían con esa luz tan brillante, con ese centro blanco incandescente y esa aureola rosa y roja. Tenía que mirar hacia otro lado. La sujetaba con la mano extendida y la blandía lentamente. Durante un minuto, me quemaba el brazo y todo lo que tenía a mi alrededor se iluminaba con una luz extraña. El agua, negra y opaca hasta hacía unos segundos, resultaba estar repleta de peces."
¿Por qué nos gusta leer? Estoy seguro que todos vosotros, que ahora mismo estáis leyendo esta reseña para saber si la novela de Yann Martel es digna de ser vuestra próxima lectura, podríais decir miles de razones por las que os encanta llegar a casa con un libro nuevo bajo el brazo y empezarlo a leer. En mi opinión, una de esas razones es que algunos libros nos hacen viajar a través de tierras insólitas y diferentes de todo lo que conocemos. Me refiero a estas historias que consiguen que el lector sienta tal empatía con el protagonista que llega a acompañarlo -en el sentido estricto de la palabra- en su camino, por arduo e intrincado que pueda presentarse. Hoy os traigo Vida de Pi, de Yann Martel.
La historia empieza con un escritor cuyos libros no han tenido demasiado éxito y, falto de inspiración, viaja a la India en busca de buenas historias para escribir su próxima novela. Cuando empieza a decaer la esperanza de encontrar un relato digno conoce a un anciano que le dice que tiene una historia "que le hará creer en Dios". Tanto le impacta el relato que el buen escritor decide viajar a Canadá para conocer al protagonista, Piscine Pattel, que le abre las puertas de su casa y acepta contarle su historia. La historia de un chico de dieciséis años cuyo padre, zoólogo propietario de un zoo de la India, decide trasladar el negocio a Canadá con expectativas de futuro. El barco, cargado de cientos de animales, naufraga en medio del Océano Pacífico y Pi sobrevive resguardándose en una barcaza de salvamento junto a una hiena, un orangután, una cebra herida y un tigre de Bengala llamado Richard Parker.
Este libro me ha impresionado. La verdad es que me decidí a leerlo por la política estricta que me aplico de no ver una película basada en un libro sin haberlo leído con anterioridad. Para nada me esperaba encontrarme con la perla con la que me he tropezado. Con esta novela he descubierto a Yann Martel, un escritor con múltiples cualidades. La mayor de todas es, a mi parecer, el estilo sereno, cálido y resuelto con el que narra el relato de Piscine. Sin embargo, dicho estilo no sería relevante sin contar con el apoyo del jugo del libro, su contenido, la historia en si. El único objetivo de Pi Pattel es sobrevivir y no es tarea fácil en medio del océano y junto a un enorme tigre de Bengala como tripulante. Este hecho hace que toda esta odisea se presente como un homenaje al amor a la vida. Se trata de una gran metáfora cuyo final revelador dejará atónito al lector.
La división del relato resulta ser completamente irregular -cien capítulos- y es un libro más bien corto -322 páginas- por lo que es una de esas lecturas para leer sin prisas. Como ya he dicho anteriormente, uno de los grandes triunfos de Yann Martel es la emoción y el sentimiento que concede a cada una de las páginas y la proximidad de su relato al lector. Tan bien ha exprimido esta característica -pongo el énfasis en el hecho de que el protagonista se lo relata a un escritor que narra sus experiencias en primera persona- que en más de una ocasión creía estar leyendo una historia real y no de ficción.
El único punto negativo que, sin embargo, no eclipsa el brillo del relato es el final. Aunque no se puede negar que consigue ser inesperado, impactante y elegante se deja mucha información sobre la vida de Pi posterior a los últimos hechos narrados. Aunque a lo largo de la primera mitad del libro aparecen a cuentagotas las circunstancias actuales del protagonista he echado de menos saber algo más. No obstante, insisto, este asunto no debe inquietaros pues es totalmente subjetivo y parcial. No puedo acabar la reseña sin mencionar la belleza de la portada que se halla casi extinguida en las librerías por la edición del libro con la portada de la película -fenómeno del sector que, por cierto, detesto-.
En conclusión, este libro me ha recordado porqué me gusta leer. Una historia cargada de emociones, valentía, amor, superación y valores. Una narración diferente, pulcra y trabajada que no dejará indiferente a nadie. El final, aunque mejorable, magnífico. Espero con impaciencia la próxima novela del autor. Acabo la reseña con una cita de Alberto Manguel sobre el libro en cuestión: "para aquellos que creían que el arte de la ficción estaba moribundo, les recomiendo que lean a Martel con asombro, placer y gratitud".
Editorial: Destino. Nº páginas: 335. Precio: 17€